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Director de APRIMIN

Sergio Hernández sobre nuevo Royalty: “Las empresas medianas con este nivel de tributación tendrían una dificultad enorme”

  • Miércoles 14 de julio de 2021
  • 15:20 hrs
Sergio Hernández, director de la Asociación de Proveedores Industriales de la Minería (APRIMIN).

Sergio Hernández, director de la Asociación de Proveedores Industriales de la Minería (APRIMIN).

La carga tributaria sobre las ventajas y no sobre las utilidades, tal como lo describe el nuevo proyecto, tendría impacto negativo en las empresas y además en la recaudación.

La alta carga tributaria propuesta en el nuevo proyecto de Royalty, que llega hasta un 85%, y sus implicancias en el futuro de la industria sigue generando debate y preocupación en el rubro, mientras su discusión se mantiene en el Senado.

Son diversas las voces que se han levantado ante la desproporcionalidad del proyecto, entre ellos, Sergio Hernández, director de la Asociación de Proveedores Industriales de la Minería (APRIMIN), quien enfatiza sobre los alcances en la mediana minería y los efectos en la competitividad del país.

Como una forma de ejemplificar, Hernández explica por cada 4 dólares que reciba un minero, este tendrá que entregar un dólar como impuesto royalty, más la tributación a la renta, más el impuesto específico a la minería actual, más el impuesto adicional o el complementario.

“Las empresas medianas con este nivel de tributación realmente tendrían una dificultad enorme y muchas de ellas -por no decir casi todas- van a tener que paralizar y las empresas medianas ocupan mucho más empleo que las empresas grandes, por lo tanto, se generaría desempleo a mediano plazo”, dijo.

Tal escenario tendría como consecuencias un impacto directo en las regiones mineras, considerando que la minería es la actividad que entrega mayor aporte económico. Además, explica que, por ser la minería una actividad primaria “genera un encadenamiento productivo muy fuerte, en el área donde funciona y en el resto del país”.

“La minera le genera una vida a las regiones del norte, que ninguna otra actividad productiva le genera”, aseveró.

Impacto en las empresas y en la recaudación

La carga tributaria sobre las ventajas y no sobre las utilidades, tal como lo describe el nuevo proyecto, tendría impacto negativo en las empresas y además en la recaudación, según detalla Hernández, pues se aplicaría de manera igual a todas las compañías.

“Para el Estado no vale lo mismo una mina que tiene una altísima ley, que una que tiene una mínima ley que apenas se puede explotar, una que tiene mayores impurezas o contaminantes y otra que no lo tiene, una que tiene mayor distancia del puerto y otra menor distancia.  Todas son razones geológicas, con bases científicas, no estamos especulando y, por lo tanto, al Estado le corresponde una mayor compensación de una mina buena que de una mina mala y eso no lo da el precio de venta, eso lo da la utilidad”, explica.

Como antecedente de la tributación minera en el país, el experto recuerda que en 2005 cuando se implementó el impuesto específico a la minería y se habló -erróneamente- de la eventual paralización de empresas, pero a su juicio, esa vez la carga tributaria era adecuada y no tuvo repercusiones, sin embargo, ahora es “desproporcionada”, por lo que son realidades diferentes.

“Se dijo erróneamente que se podría paralizar algunas empresas, que era un tributo que no debiera aplicarse-yo estaba totalmente de acuerdo con aplicarlo porque chile necesita tributar- y efectivamente eso no ocurrió porque era un tributo razonable”, recordó el director APRIMIN.

El nuevo Royalty, en tanto, podría crear un problema de viabilidad a una gran cantidad de mineras, “no solo medianas, sino también varias grandes que tendría de alguna manera o producir menos o simplemente cerrar”, agregó.

Competitividad e inversión

La competitividad de Chile para la realización de inversiones mineras también se vería comprometida en comparación a otros países, poniendo en riesgo la llegada de capitales.

“Si este proyecto llega a ratificarse por el Senado, que no lo creo, y llega a ser ley Chile queda en el último lugar de competitividad en base a la carga tributaria”, cuestionó Hernández.

Tal escenario no solo tendría implicancias en la actividad minera actual y futura sino en el desarrollo de otros proyectos como el hidrogeno verde.

“Necesitamos que el país siga siendo un país serio, porque necesitamos miles de millones de dólares para la minería y para el hidrogeno verde. Pero ¿quién va a venir a Chile si tiene el temor de una carga tributaria del doble que cualquier país? (...) Chile va a tener mayor recaudación con mayor producción”, aseveró.

El “fantasma” de la evasión

Si se da una mirada al origen de este proyecto, a juicio de Hernández, uno de los fundamentos argumentados por los diputados para iniciar esta moción corresponde a la eventual evasión de la industria minera, una situación, que según explica no tiene fundamento.

“Cuando yo he estado en debate con personas que están a favor y les pregunto dígame un caso, no me dan un solo caso.  Puede haber evasiones como en cualquier área de la economía, pero compensar con un royalty a aquellas mineras que cumplen y aquellas que pudieran no cumplir es injusto”, explicó.

A modo de ejemplo, agregó que, “imagínese que, a todos los contribuyentes de Chile, como hay evasión en algunas personas y empresas, nos apliquen un impuesto general porque hay que compensar la evasión y elusión”.