Técnicos concuerdan que separar industria de AFP podría generar un “Transantiago Previsional”

Cuando estamos a punto de que se reactive el debate en el Senado sobre la reforma de pensiones, el gran tema pareciera ser cómo se divide el 6% de cotización adicional (si va todo o su mayoría a las cuentas individuales), pero se ha dejado de lado otro importante elemento contenido en la reforma: la creación de un administrador único centralizado que haga todas las operaciones y atención a público que hoy realizan las siete distintas AFPs en todo Chile.

Expertos de distinto lado del espectro político han analizado esta propuesta del Gobierno y su conclusión es clara: separar la industria previsional lleva a riesgos sistémicos innecesarios y el beneficio que se podría obtener para los afiliados en cuanto a menores comisiones es bajísimo.

Así lo declaró el ex superintendente de pensiones en el gobierno de Michelle Bachelet, Guillermo Larraín (DC), quien, ante la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados, señaló que “No estoy seguro de que la separación de la industria sea una muy buena idea, esto tras 40 años de historia de nuestro sistema actual [...] ¿Vamos a ganar algo por esa vía? A mí se me ocurre que no”. Señaló también, en otra entrevista, que la separación de la industria le parecía “algo secundario”, y llamó al Gobierno a no infatuarse con ciertas consignas: “el fin de las AFPs no puede ser un objetivo en sí mismo. Lo principal es el incremento de las pensiones”, dijo Larraín.

Por otro lado, el economista de la Universidad de Chile y experto en pensiones, Joseph Ramos, señaló en un entrevista al medio Ex Ante que “hacer una transformación completa de la industria por, tal vez, ganar dos décimas, arriesga a crear un Transantiago de proporciones mayores al sistema por una ganancia teórica trivial, porque puede que sea muchísimo más caro cuando haya un administrador único aprendiendo cómo hacerlo, que el cliente no tendrá la misma información que tiene ahora acudiendo a su AFP, etcétera. Cambiar toda la industria por ganar un 0,1 o 0,2 es arriesgado porque se podría introducir un Transantiago al sistema de pensiones    “.

Otro experto que expresó su opinión fue David Bravo, hombre a quien la Presidenta Michelle Bachelet le encargó una Comisión en 2014 que emitió un completo informe sobre cómo mejorar el sistema de pensiones. Bravo criticó la reforma que empuja este Gobierno porque “no se pueden hacer setenta cambios importantes” y “no toma en cuenta el riesgo sistémico” que los cambios podrían causar, llamando al Ejecutivo a simplificar su reforma. Explicó que "el sistema de pensiones hay que mirarlo pragmáticamente, porque si queremos hacer todo de una vez el riesgo de que todo salga mal es enorme", haciendo alusión a las materias como la refundación del sistema de AFP o la separación de la industria.    

En la misma línea, la ex-ministra del Trabajo y Previsión Social, María José Zaldívar, afirmó en un seminario organizado por SOFOFA que "se ha romantizado un poco este tema [de la división] y se han magnificado los supuestos beneficios que podría tener" y planteó que la separación de la industria “es una solución sobre la cual no hay evidencia de que esto redunde en un aumento de las pensiones y, que, por el contrario, es una medida que instala más dudas que certezas”.

La experta, además, planteó soluciones si es que el objetivo de esta medida fuese meramente introducir nuevos actores y más competencia a las AFP: “Se debe cambiar la ley para permitir la entrada de actores sin fines de lucro (como cooperativas o Cajas de Compensación) y también crear una AFP pública, siempre y cuando esta respete las condiciones de mercado en comparación con las asociaciones privadas”, esto último algo que no sucede actualmente por cómo está diseñado el proyecto actual.