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Aprendiendo después de los sesenta en Chile

  • Martes 23 de mayo de 2023
  • 16:41 hrs

Adjudican fondos para caracterizar, identificar y describir los proyectos vitales de personas mayores -60 y más-, con foco en los procesos de adecuación y aprendizaje continuo en la vejez en los ámbitos familiar y ocupacional, atendiendo posibles diferencias según género y nivel socioeconómico.


Chile es actualmente uno de los países más envejecidos de América Latina. Estimaciones a partir del último censo de población señalan que el año 2022 el grupo de personas de 60 años y más representan actualmente el 18,1% de la población y para el año 2050 se espera que este grupo sea el 32,1%. 

«Años de vida en los que se pueden emprender nuevas actividades, como continuar los estudios, iniciar una nueva profesión o relación de pareja, o retomar otros proyectos personales que fueron postergados por las exigencias productivas (el trabajo remunerado) o reproductivas (trabajo doméstico y de cuidado) que las personas enfrentan durante la vida adulta», señala la Dra. Rosa Orellana, investigadora de la Facultad de Educación de la Universidad Autónoma de Chile.  

Sin embargo, «y posiblemente debido a que esta extensión de los años de vida es un fenómeno relativamente reciente, no ha sido necesariamente acompañada por un proceso de cambio cultural que reconozca esta etapa de la vida como una en la cual las personas comiencen nuevos proyectos, sino que culturalmente tiende a vérsela como un momento más bien de culminación o «cierre» de lo realizado en otras etapas de la vida», complementa la investigadora de la sede Talca. 

Frente a esto, los organismos internacionales están incentivando la actualización permanente de las personas a lo largo de su ciclo vital. La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura [UNESCO] considera la educación de adultos indispensable en la agenda educativa. Por su parte, los Objetivos de Desarrollo Sostenibles 4 – Educación 2030 se refieren también a este tema, lo mismo que la Declaración de Incheon del Foro Mundial de la Educación 2015. 

En esta misma línea los investigadores nacionales proponen que la educación a lo largo de la vida o el aprendizaje permanente como una forma de superación, debe configurarse en un elemento crucial para las personas de la tercera edad. 

«Insta a concebir las acciones colectivas -de política pública, por ejemplo- como creadoras de instancias para que las personas mayores puedan decidir, tan autónomamente como sea posible, cómo quieren vivir esta etapa de la vida, considerando las desigualdades en las trayectorias vitales», destaca la Dra. Orellana. 

Y agrega: «estas políticas deben considerar que los adultos mayores requieren de nuevos aprendizajes, habilidades y competencias, que van más allá de proyectos alfabetizadores y de entrenamiento funcional, aceptando la posibilidad de nuevos proyectos de vida». 

Proyectarse después de los sesenta

El proyecto de vida es, según la literatura, el proceso de trazar una proyección de futuro que estructura tanto las expectativas, valores y aspiraciones personales como las estrategias para lograr dichos objetivos en el marco de un contexto social determinado. 

Aunque este concepto ha sido ampliamente utilizado en investigaciones con personas jóvenes, comparativamente, su uso en otros grupos etarios, y especialmente en personas de 60 y más, ha sido más escaso. 

Por esto, la Dra. Rosa Orellana, junto al sociólogo Dr. Felipe Tello de la Universidad Santo Tomás, identificará los elementos centrales de los proyectos vitales de personas mayores, estableciendo las principales barreras y facilitadores que ellos perciben para su concreción, siguiendo la línea de investigación propuesta con anterioridad por la Dra. Verónica Gómez, investigadora de la Universidad Autónoma de Chile. 

«Proyectos de vida de adultos mayores en Chile. (Re)configuraciones y aprendizajes durante la vejez» es el título de la investigación, uno de los dos proyectos adjudicados por parte de la Universidad Autónoma de Chile en el Fondo Interuniversitario de Iniciación en Investigación Asociativa de la Red Interuniversitaria, concurso que tuvo como fin estimular la colaboración de capacidades complementarias entre distintas casas de estudio para aumentar la investigación científica, promoviendo la indagación, la experimentación, el desarrollo de nuevo conocimiento y la innovación.

Para comprender los significados subjetivos de las experiencias, los investigadores realizarán entrevistas en profundidad de tipo narrativas, diseño cualitativo de investigación que «nos permitirá describir y comprender la complejidad de los puntos de vista en lugar de limitar los significados a unas pocas categorías o ideas. Acercarnos a lo concreto, a lo específico, a lo cotidiano y a lo individual de la vida de las personas, así como al contexto más amplio en el cual estas se insertan», detalla la investigadora de la Universidad Autónoma de Chile.

El proyecto incluye la realización de cápsulas informativas que permitan comunicar y sensibilizar sobre las posibilidades y necesidades de aprendizaje continuo que permiten a las personas mayores sortear los obstáculos y aprovechar las oportunidades para construir sus proyectos de vida. «Se espera revelar la importancia del aprendizaje continuo en la tercera edad, siendo un insumo para la creación de políticas, medidas y/o programas de formación (públicos o privados) dirigidos a los adultos mayores en Chile» finaliza la Dra. Rosa Orellana.